Los ojos del sanador
¿A quién mira el sanador? Tal vez, podemos empezar por reflexionar acerca de quién es un “Sanador”. Y me gustó tomar esta definición “Un sanador es una persona o cosa que cura heridas, cura enfermedades, restaura la salud o, de otra manera, hace que alguien esté bien y completo”. Y entonces pensar ¿a quién cura un sanador? ¿quién es ese alguien al que ayuda a estar bien y completo?
“Sanador” es una palabra fuerte, de peso, de autoridad, de distinción, de respeto. Pero también es una palabra que contempla una historia de dolor, de quemadas en la hoguera, de juicios, de falta de legalidad o legitimidad, de ocultamientos, huidas, incluso de desprecio y marginación. Es una palabra que nos trae a la luz una lucha, a veces visible y otras invisibilizada, entre “La Ciencia” y la pseudociencia, muy antigua ya.
Nombrarse a sí mismo sanador puede ser desafiante, porque implica asumirse portador de una capacidad que ha sido históricamente perseguida, negada o ridiculizada. Aún hoy puede ser visto como un “atrevimiento”, una “osadía” o incluso una “amenaza”. ¿Quién se cree que es para decir que puede sanar?
Asumirse sanador no es un acto de soberbia, sino de coraje. De animarse a habitar un lugar que a veces puede tornarse “incómodo”, que muchas veces es cuestionado, para honrar una sensibilidad que no se enseña en ninguna universidad. Es la incomodidad de no encajar del todo en ningún lado, ni en lo espiritual, ni en lo clínico ni en lo alternativo porque es muy difícil encontrar una palabra que resuma la potencialidad de ese acto, de esa elección de estar al servicio de la vida y del alma.
Para el sanador el camino es solitario a veces, desafiante casi siempre, pero profundamente transformador. Y nos enfrenta, a quienes nos consideramos sanadores, con nuestra propia definición de lo que significa serlo.
Un sanador mira a quien tiene enfrente como un espejo, un tesoro para su propio despertar. Ese otro que se acerca para que “lo cure” o “le permita estar mejor y completo”, es simplemente una parte de sí mismo que él ha puesto ante sí para su transformación.
Los ojos del sanador no miran a otro, alejado de él. SE MIRAN, a sí mismos, para encontrar en esas pupilas sus heridas más profundas, sus dolores más acallados, sus conflictos más intensos. Los ojos del sanador son sabios, porque entienden que no miran desde el poder sobre el otro, sino desde la humildad de saber que ese otro que se sentó enfrente es un tesoro que sabe mucho más de él, que él mismo; mucho más de lo que aún se ha permitido ver.
Los ojos del sanador saben, con una certeza absoluta, que ese “aparente otro”, sólo resolverá sus conflictos cuando él mismo logre desentrañar el enigma que supone este otro. Un enigma que tendrá una forma y código particular, nunca alejado de ese que él es.
Esa forma se llama síntoma, creada desde la sabiduría del cuerpo, como síntoma físico; desde las emociones desreguladas, dolidas, ausentes o tristemente ineludibles; o desde las realidades más angustiantes, sufrientes, o incluso sentidas como irremediables.
Los ojos del sanador miran al síntoma como una oportunidad única y certera, con la confianza absoluta de que será la llave perfecta para sí mismo, para abrir paso al camino que, lenta y profundamente, lo llevará hacia su verdad. Una verdad que encarnará dolores y tragedias, pero que será la antesala constante de la reconfiguración de su identidad. Y, por ende, y por decantación, llevará a ese otro a su propio viaje de metamorfosis personal. Es una evolución compartida, los ojos del sanador lo saben. Pero que sólo sucederá si él se permite su propio renacer.
Te leo en los comentarios….
Que lindo y reflexivo! Muchas gracias por escribir y encontrar las palabras que muchas veces nos pueden resultar escasas. Gracias me gustó mucho
Los ojos del sanador son los ojos del alma siempre dispuesta a abrirse al amor y sanar,muy inspirado mensaje gracias
Hermoso Ceci como lo contaste!
Yo también siento que los ojos del sanador son los que siempre miran hacia adentro, porque el que está frente a él/ella es un “aparente otro” que cuenta parte de su historia. Gracias!!